Cuando desapareció el mar

Author: Francisco Sánchez
- Children/Young
- Editorial Juventud
- ISBN: 9788426140111
- Release Date: 12-30-2013
-Reviewed by: Lluís Agustí

Álbum ilustrado que pretende sensibilizar a los niños sobre la importancia del agua y el peligro de los desastres ecológicos a causa del ser humano. Para ello, el autor de este libro toma como ejemplo la triste desaparición del mar de Aral, entre las repúblicas del Kazakstán y el Uzbekistán, en la antigua Unión Soviética. 

El mar de Aral era el cuarto mayor mar interior de todo el mundo y en los años 60 se procedió a desviar el cauce de los dos grandes ríos que lo alimentaban: el Amudarja y el Sydarja, hacia lejanos campos de cultivo. Se pretendía con este trasvase faraónico –y se logró- irrigar los campos de algodón del sur de la Unión Soviética. 

El resultado, sin embargo, fue la desaparición de más del 80 % de la superficie del mar, la destrucción de casi toda la fauna y flora que vivían en él, y la imposibilidad de la actividad y la vida humana que otrora existiera próspera y bulliciosa alrededor del mar, sus pueblos y sus pesquerías. En definitiva, el mayor desastre ecológico que ha sufrido el planeta provocado por la mano del ser humano.

El álbum Cuando desapareció el mar está ilustrado a color por Bàrbara Sansó, con dibujos figurativos en ocasiones hermosos pero con tonos siempre tristes que pretenden transmitir el dolor y el desasosiego de la tragedia ecológica y humana del mar de Aral. El dibujo es parte esencial e inextricable de la obra, acompañado de un texto perfectamente coordinado con las ilustraciones.

El texto es autoría de Francisco Sánchez. Al parecer el origen de la obra fue la visita de una exposición sobre el mar de Aral, y en especial de la visión del documental dirigido por la cineasta española Isabel Coixet: Aral, el mar perdido. 

El texto no tiene un argumento novedoso o sorprendente, se limita a la descripción histórica de este desastre ecológico y propone un final extraordinario y prodigioso, llamémosle esperanzador, pero para nuestro gusto algo fallido.

Durante un paseo de domingo y a la vista de los barcos varados en pleno desierto, Alexandre pregunta a su padre porqué aquellas viejas naves oxidadas se encuentran allí y no navegando por el mar, tal y como enseñan en la escuela que es donde se hallan los buques.

El padre de Alexandre le responde que aquélla es una historia triste pero que si realmente la quiere saber se la contará. El padre le cuenta como muchos años atrás allí donde se encuentra el desierto y las naves embarrancadas había habido un mar hermoso, fuente de riqueza, lleno de vida, con pueblos alrededor que subsistían de la pesca y de las industrias conserveras, con marineros surcando las aguas pescando y cantando, con sus mujeres e hijos esperándoles, desconocedores todos ellos de la tragedia que les acechaba.

Pero llegaron unas máquinas desde lugares lejanos y empezaron a llevarse el agua de los ríos bien lejos para regar los campos de algodón, poco a poco el mar fue disminuyendo, primero unos pocos metros, después rápidamente. Cuánto más algodón se producía, más retrocedía el mar, hasta que éste se convirtió en un erial.

Por la noche Alexandre soñará la forma de recuperar el agua y la vida en Aral: de todas partes vendrán personas que llorarán toda la pena acumulada, y con sus lágrimas volverán a llenar de agua y de vida el mar. Sólo ha sido un sueño pero algo deberíamos hacer para cuidar el agua de nuestro planeta.

Cierra el álbum una nota del autor con una explicación histórica real del mar de Aral y con dos ilustraciones del mar, una antes de iniciarse los trasvases y la segunda en la actualidad.

Siendo la intención pedagógica del álbum encomiable, el resultado de la trama y el argumento –a nuestro modo de ver- no se logra completamente.

Al parecer, Francisco Sánchez y Bàrbara Sansó tendrían intención de continuar en esta dirección y estarían preparando nuevos álbumes sobre desastres ecológicos, el primero de ellos sería sobre la marea negra.

 

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