Author: Berta Vias Mahou
- Fiction
- Lumen
- ISBN: 9788426404428
- Release Date: 06-26-2018
Synopsis
¿Quién fue de verdad Vivian Maier, la gran fotógrafa? ¿Por qué nunca quiso mostrar sus fotos a nadie? ¿Cómo explicar tanto misterio? Hacía falta Una vida prestada y el talento de Berta Vias para que esta mujer oscura volviera por fin a la luz y nos contara su historia. «Cada autorretrato de Vivian Maier ahonda su secreto en lugar de disiparlo. Mira desde tan lejos en esas fotografías como un fantasma de ella misma que se pasea de incógnito entre los vivos, con la cámara al cuello.».-Antonio Muñoz Molina, El País Era alta, de huesos grandes y andares enérgicos, como si la vida le hubiera encargado una misión y ella fuera a cumplirla sin miramientos. Vestía abrigos amplios, faldas y vestidos que le tapaban las rodillas, sombreros de ala ancha y zapatos cómodos de tacón bajo. Podemos imaginarla caminando por las calles de Nueva York o Chicago en los añossesenta del siglo pasado y llevando de la mano a unos niños porque Vivian Maier, la gran fotógrafa que ahora recibe el aplauso internacional de la prensa y del público, durante toda su vida fue ni más ni menos que una niñera, una mujer sin familia, sin hijos y sin casa propia.
Who was the real Vivian Maier, that great photographer? Why didn’t she ever want to show her photographs? Berta Vias Mahou’s great talent now brings Maier back to life through this great book. Thousands of negatives were stored away for a long time in old boxes, and it is only after her death that someone began to reveal to the world the genius of Maier’s work. Vivian Maier: a mysterious woman who finally speaks now thanks to the imagination and talent of Berta Vias, who has devoted her life to Maier’s work. The only thing that Maier always felt hers was a camera that accompanied her everywhere, hanging from her neck or hidden in a pocket. “Each self-portrait only deepens Maier’s secret instead of dissolving it. Looked from afar, those photographs are like ghosts of herself that walk incognito among the living, with the camera to her neck.” -Antonio Muñoz Molina, El País
